se queda pegado a la perfección de tu nariz
que te hará joven para siempre
o en tus pestañas
rejas tiernas para esos ojos
o en el riesgo de tu cuello
y por supuesto
el precipicio de un escote
que dispara las ventas de biodramina.
No voy a engañarte: soy un cabrón
cualquiera
que admira todo eso
y no renuncia a llegar a verlo
más de cerca.
Pero si me toca elegir
me quedo con tu sonrisa de verdad
que muerde el dolor cuando lo besa
tu voluntad de no calzarte los tacones del rencor
tu renuncia a las armaduras inoxidables
y esa jodida paz contagiosa y bienhechora
que uno siente cuando andas cerca
y bebes como si fueran de otra
los sorbos de tu pena.
Me quedo con eso
a la espera de la noche en que comprendas
que tu película no hizo más que empezar
falta rodar las mejores escenas
y estás herida pero entera.
Me quedo con eso
y si pudiera
también con el escote y todo lo demás.
Pero eso
eso
por favor
eso
no lo pierdas.
Carlos Salem
No hay comentarios:
Publicar un comentario