El hombre que sabía demasiado
Un hombre. Que acaba pronto ese día sus tareas en el trabajo y sale antes, bastante antes. Que sale y busca un banco en un parque sin nadir, sin niños, sin mucho perro. Que se sienta. Y que espera. A que sea la hora habitual de regreso a casa, o incluso algo más tarde. Para no llegar a su casa antes de tiempo. Para no tener que oír demasiadas explicaciones.
Felipe R. Navarro
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