Mafalda llegó al mundo un 29 de septiembre de 1964 y lo hizo para quedarse, para convertirse en cierta vocecita de la conciencia de todos nosotros. Hija de su tiempo, inconformista por naturaleza, contestataria, curiosa e inteligente, ahí está siempre que nos apetece o necesitamos recurrir a ella; eso sí, sin sopa de por medio.
¿No será acaso que ésta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?
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