De vez en cuando la gente tiene que lavar el cuerpo y enjabonar el alma. Dejar el agua escurrir por la piel y dejar que se lleve lo que no ennoblece. Lavar lo que disminuye y escurrir lo que empobrece. Limpiar los rincones de la duda y perfumar la piel con la claridad del hoy. Limpiar, ventilar, lavar, renovar…
Fabíola Simões.
__
Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.-Déjalo salir a raudales -decía-. Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.
Penelope Stockes
No hay comentarios:
Publicar un comentario