Me supe salvar del dolor que a veces y casi siempre, me da el mundo, recurriendo al mío propio. Eligiendo salirme de esos lugares, intoxicados de violencia. De egos hambrientos desfilando por las pasarelas dónde no habitan ojos disponibles para almas ajenas.
Porque entendí que es mentira que uno es preso de un sistema mientras tenga el propio. Y cuando entonces yo, pude definirlo, cuando pude ponerle letras, palabras, y darle lugar en cada una de las partes de mi cuerpo, supe perfectamente que siempre tengo una casa dónde ir a dormir. Donde puedes darte cuenta que tan solo rodearte de personas que te hagan bien al corazón, alcanza y sobra para irse de dónde nos hace mal quedarnos.
Cada uno elige su viaje y cómo querer vivirlo.
Por eso, no me desgasto más.
Sigan.
Hablen.
Agredan.
Descarguen.
Estén en contra de todo.
Hagan lo que quieran.
Pero sepan que quién ya eligió su manera de transitar la vida, y para colmo de sus males, la pasa bien, es inquebrantable.
L.Pronsky
Rebecca Mock
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