Este proceso me hace pensar en un granjero: planta la semilla, riega los campos y fertiliza la tierra. Y no parece que pase nada. Pero el granjero no se rinde. No sale corriendo al campo a cavar buscando verduras... El granjero tiene paciencia y confía en el proceso natural. Tiene fe y comprende que gracias a su esfuerzo diario cosechará. Y un día, casi de repente, ahí está.
Robin Sharma
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