A diferencia de los lazos de parentesco sanguíneos, políticos o de cualquier otra relación humana, no hay estatuto que establezca la naturaleza de la amistad, las consecuencias que implica su comienzo o las que determina su fin. Es el único vínculo que no obedece a pautas escritas y, paradójicamente, es la relación más fuerte que puede unir a dos personas.
Federico Andahazi
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