-Te serviré un plato en cada comida cada día -le susurró al oído-. Para imaginar que estás conmigo.
-No tendrás que imaginar -dijo él-. Sólo prométeme que vas a ser fuerte. Fuerte como un...
-Cactus -completó ella la frase que tantas veces se habían repetido en las etapas más duras de su matrimonio-. Como un cactus.
Paul Pen
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