martes, 7 de abril de 2015

Be in the now.

De repente, pienso, una noche calurosa e inesperada, conoces a alguien y todo cambia. La manera de entender el mundo y de entenderte a ti mismo. De la cosa más insignificante al hecho más extraordinario (la vida está llena de momentos insignificantes que conforman recuerdos extraordinarios): todo se transforma, muda de percepción, adquiere otro sentido. Un sentido. Todo, con sus inevitables miedos y dificultades, está al alcance de la mano. Nada parece imposibe, aunque lo sea. La cuerda floja ha quedado atrás. Sólo importa el presente, ese presente que está lleno de futuro, que lo reclama a voces. Y ahí, sí, vas creando un mundo, con sus días y sus noches, que avanza, que llenas de cosas, de viajes, de lecturas, de músicas, de películas, de botellas de vino, de charlas, de bailes, de juegos, de miradas, de risas y más risas. Un mundo compartido. La hora de la tregua.


Ovidio Parades 


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