“Cenicienta estaba harta de
limpiar la chimenea y de los malos tratos de su madrastra y
hermanastras. Un buen día se puso a estudiar, salió de casa,
buscó trabajo, alquiló una casa con tres amigas, salía y entraba
libremente, y estaba muy feliz con su nueva vida…
entonces quizás yo hubiera
pensado de pequeñita que no hacía falta un príncipe azul. Que
una puede buscarse la vida sin necesidad de aferrarse a alguien,
y que de ese modo es más fácil construir relaciones bonitas".
Coral Herrera Oria
Bodas Diversas y Amores
Queer
Han hecho mucho daño los cuentos de príncipes y princesas.Buen lunes!!
ResponderEliminarY sin embargo disfrutamos tanto con (de) ellos:)
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