Llega el otoño y con él descubro el trabajo de la ilustradora y diseñadora gráfica japonesa Maori Sakai. Me encanta su sencillez y la manera que tiene de enamorarse y resaltar la belleza de lo simple, de lo cotidiano; en eso consiste vivir (quién sabe) en encontrar la magia en un cuenco de sopa.
Uno nunca se tomaba el tiempo de saborear los detalles; uno se decía: otro día será, pero siempre con la convicción secreta de que cada día era único y definitivo, que nunca habría otra vez, otro regreso.
Paul Bowles
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