En casa había un paraguas.
Un paraguas único.
Pero pronto llegó el capitalismo neoliberal y las deslocalizaciones y la nueva esclavitud laboral y las legiones de críos trabajando multinacionalmente y los costes laborales por los suelos y las dificultades para levantarlos y las fábricas chinas invadiendo el mundo de productos de usar y tirar y los cierres de comercios locales y la burbuja consumista a crédito y las instituciones oficiales y los organismos y las empresas colaboradoras de todo tipo regalando mochilas y llaveros y también paraguas con sus logos… made in China.
Y todos tuvimos mucho de todo,
salvo visión de la jugada.
Y ahora tenemos cuatro crisis
(económica, laboral, medioambiental, ética) por el precio de una.
Y ahora me acuerdo de aquel paraguas que usábamos todos en casa, que desafió al tiempo, y que hoy, en su vejez todavía espléndida, camino del museo etnográfico, se ríe del capitalismo
y de nuestros paragüeros atiborrados,
se ríe de nosotros.
Juanjo Barral
Kathryn Morris Trotter
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