A la pregunta, ¿Es la política criminal un instrumento que reafirma las desigualdades?, Díez Repollés responde:
El Código Penal nunca ha sido imparcial. Siempre ha castigado más las conductas delictivas que realizan habitualmente las clases pobres que las conductas que realizan las clases medias o altas. Parecía que el Código Penal de 1995 quería recuperar la imparcialidad, pero las penas del hurto, el robo, estafas son unas; y las de un delito urbanístico, otras. Y te preguntas, ¿qué causa más daño a la sociedad? La pena del delito urbanístico debería ser mayor. Y lo mismo pasa con el delito fiscal, el delito urbanístico, el delito societario…
Fuente:eldiario.es
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