Y leo en el blog de Ángel Talián: "reconozco que me aferro a algunos versos como quien aprieta un talismán que lleva colgado del cuello o escondido en el bolsillo. Como una protección, porque en este camino que andamos me hacen sentir menos sola, menos en silencio, menos sola".
Buscaré un bar
-no una casa,
no una vida-
para los dos
y haremos de la barra
hogar para los hijos
y de la máquina del tabaco
entretenimiento los días de lluvia.
Buscaré un bar para los dos
en el que el tiempo
espeso
lo sirvan en pintas
y la canción de moda
sea el leit motiv de nuestros besos.
Buscaré un bar
por si te marchas
- y no vuelves
y me duele.
Sofía Castañón
No hay comentarios:
Publicar un comentario