— He hablado con mamá por teléfono, ha llorado de felicidad. Desea que lleves su traje de novia con encajes blancos
— Osgood, no puedo casarme con el traje de tu madre, ella y yo no tenemos el mismo cuerpo
— Haremos que lo arreglen
— ¡No lo harás!. Mira, Osgood debo decirte la verdad. No podemos casarnos
— ¿Por qué no?
— Bueno, en realidad no soy rubia
— No importa
— Y además fumo. Fumo como un carretero
— A mí no me molesta
— Y tengo un pasado muy agitado. Desde hace tres años vivo con un saxofonista.
— Te perdono.
— Y nunca podré tener hijos.
— Los adoptaremos.
— ¿Pero es que no me comprendes?: ¡soy un hombre!.
— Nadie es perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario