miércoles, 2 de abril de 2014

Contigo pan y cebolla.

Ayer leía un artículo publicado ya en 2012 en el blog "El Comidista" de Mikel López Iturriaga titulado "El gran timo de las 'boutiques del pan'"que me pareció verdaderamente interesante. De un tiempo a esta parte han venido proliferando una cantidad importante de "panaderías chic" que ofrecen bollos y panes supuestamente artesanos y cargados de ingredientes "originales", "sanos" y "exóticos"; es el pan con glamour el objeto de un negocio o como dice el autor "de la chapata al precio de un bolso de Prada". La cuestión en realidad es conocer hasta qué punto el producto que ofrecen es de calidad, más aún tratándose de un alimento básico e imprescindible en nuestra dieta. 

¡Pan: la revolución necesita pan! ¡Que se ocupen otros de lanzar circulares con prosa brillante! ¡Que se pongan todos los galones que puedan soportar sus hombros! ¡Que otros finalmente hagan peroratas acerca de las libertades políticas! Nuestra tarea específica consistirá en obrar de manera tan que, desde los primeros días de la revolución, y mientras ésta dure, no haya un solo hombre en el territorio insurrecto a quien le falte el pan.
Piotr Kropotkin







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