“No somos, sino que intersomos…Como una tela de araña, el movimiento generado en un punto se extiende a toda la tela; la vida es una red que incluye todas las existencias.”
Densho Quintero
A veces nos consideramos tan importantes que nos creemos únicos, solos e independientes, sin darnos cuenta de que en realidad entre nosotros existe interdependencia. Por mucho que nos cueste verlo, tú no eres un ente aislado, yo no tampoco lo soy, ambos intersomos. Somos "en" y "para" con los otros. Negamos nuestra naturaleza interdependiente porque no la controlamos, y ya sabes que lo de querer tener el control es algo muy humano, parece que el Ego ahí nos ha ganado la batalla.
Negamos nuestra naturaleza sistémica porque seguimos teniendo miedo de que nuestra relación con el otro nos perjudique, porque hemos acumulado demasiadas heridas. Sin embargo, ambos sabemos de nuestra naturaleza interdependiente.
(En el supuesto de que este texto estuviese escrito en una hoja de papel.)
Si eres un poeta, podrás ver sin dificultad la nube que flota en esta página. Sin nubes no hay lluvia, sin lluvia los árboles no crecen, y sin árboles no se puede fabricar papel. Las nubes son imprescindibles para que exista papel. Si no hubiera una nube, tampoco habría una página, de modo que podemos afirmar que la nube y el papel interson. “Interser” es un término que todavía no está en el diccionario, pero al combinar el prefijo “inter” y el verbo “ser” obtenemos este neologismo:”interser”.
Contemplemos de nuevo la página con más intensidad y podremos ver la luz del sol en ella. Sin la luz solar, los bosques no crecen. En realidad, sin la luz solar no crece nada, así que también podemos afirmar que ella está en esta página. La página y la luz solar interson.
Si seguimos mirándola, podemos ver al leñador que taló el árbol y lo llevó a la factoría para que lo transformaran en papel. Y veremos el trigo. El leñador subsiste gracias al pan de cada día y por tanto el trigo que más tarde será su pan también está en la cuartilla. A su vez están el padre y la madre del leñador. Mirémosla bien y comprenderemos que sin todas esas cosas la página no existiría.
Si contemplamos aún con mayor profundidad, incluso podemos vernos a nosotros mismos en esta página. No resulta un proceso muy difícil porque mientras la miramos forma parte de nuestra percepción. Vuestra mente y la mía, están ahí. No falta nada, están el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales y el suelo, la luz solar, las nubes, los ríos, el calor. Todo coexiste en esta página. Por eso considero que la palabra “interser” debería figurar en el diccionario. “Ser” es “interser”. Sencillamente, es imposible que seamos de forma aislada si no “intersomos”. Debemos interser con el resto de las cosas. Esta página es porque, a su vez, todas las demás cosas son… La existencia de esta página implica la de todo el universo.
Thich Nhat Hanh
Fotografías: Randy P.Martin
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