miércoles, 24 de octubre de 2018

Harto.


Harto de medicinas y de males, 

de recuerdo y nostalgia para nada,
de no saber de ti, de que no llames,
de amores de café de madrugada.

Harto de no beber besos ni copas,
de no encontrar tus labios en mi armario.
de equivocar tu nombre en otra boca,
de que seas mi cruz y mi calvario.

Harto ya de este lunes sin semana,
harto ya de que siempre sea pecado
lo que mejor sé yo hacer entre las sábanas
y tú sabes hacer en cualquier lado.

Harto de todo, de alcohol y de reproches,
de esta pasión de nubes y de infiernos
de los turbios deseos de la noche,
no busco primaveras en invierno.

Pero puesto a buscar, busco un remedio
para esta enfermedad y esta locura.
No quiero recordarte. Ni lo intento.
El olvido es, tal vez, la única cura


Rodolfo Serrano.







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