sábado, 26 de agosto de 2017

Ateo.

No creo en dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.

José Saramago.


1 comentario:

  1. Como no sabemos ni entendemos nada de nada, lo suyo es ser agnóstico, no ateo.

    ResponderEliminar