Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la
química, en la física, en la filosofía, no en la vida. En la vida
es mas importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la
esperanza. Además, ¿sabemos acaso lo que es la verdad? Si yo le
digo que aquel trozo de ventana es azul, digo una verdad. Pero es
una verdad parcial, y por lo tanto una especie de mentira. Porque
ese trozo de ventana no está sólo, está en una casa, en una
ciudad, en un paisaje. Está rodeado del gris de ese muro de
cemento, del azul claro de este cielo, de aquellas nubes
alargadas, de infinitas cosas más. Y si no digo todo,
absolutamente todo, estoy mintiendo. Pero decir todo es imposible, aun en este
caso de la ventana, de un simple trozo de la realidad física, de
la simple realidad física. La realidad es infinita y además
infinitamente matizada, y si me olvido de un solo matiz ya estoy
mintiendo. Ahora, imagínese lo que es la realidad de los seres
humanos, con sus complicaciones y recovecos, contradicciones y
además cambiantes. Porque cambia a cada instante que pasa, y lo
que éramos hace un momento no lo somos más. ¿Somos acaso, siempre
la misma persona? ¿Tenemos, acaso, siempre los mismos
sentimientos? Se puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y
hasta detestarlo. Y si cuando lo desestimamos cometemos el error
de decírselo, eso es una verdad, pero una verdad momentánea, que
no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras
circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la decimos creerá
que ésa es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se
hundirá en la desesperación.
Ernesto Sábato
Fotografías: Christopher Anderson
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