jueves, 17 de mayo de 2018

Plenitud.

Yo no te digo que la Esfinge no se levante
en la desembocadura de todos los caminos:
lo que te digo es que, aunque aparentemente torva,
la Esfinge tiene piedad de nosotros.
Yo no te digo que no haya más dolores que alegrías:
lo que te digo es que los dolores nos hacen crecer
de tal manera y nos dan un concepto tan alto del
Universo, que después de sufridos no los cambiaríamos
por todas las alegrías de la tierra.
Yo no te digo que no haya hombre malos y mezquinos:
lo que te digo es que son hombres inferiores, hombres
que no comprenden todavía, almas subalternas a
quienes debemos elevar, seres oscuros que no saben
dónde está la luz y con los cuales una caridad lúcida,
paciente, blanda, todo lo puede.
Yo no te digo que la riqueza sea un mal: lo que te digo
es quien vive, simplemente, en divorcio total de las
vanidades, siente que le nacen alas.
Yo no te digo que el amor no haga daño: lo que te digo
es que estoy resuelto a amar mientras viva, a amar
siempre, siempre…, siempre.

Amado Nervo.



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