martes, 2 de junio de 2015

Representaciones.

Las mujeres seguimos siendo representadas en la cultura como “buenas” o “malas”, “santas” o “putas”.  Las primeras se casan, las segundas se quedan solas. Esta amenaza es lo que más nos angustia: la soltería femenina sigue estando estigmatizada y se contempla como una desgracia. Incluso para las mujeres que tienen autonomía económica, la gran amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas es la soledad. El divorcio se vive como un fracaso, el matrimonio como un éxito, y siempre de fondo, está la soledad que nos come si no encontramos pareja. Y si la encontramos, también podemos sentirnos igual de solos y solas, especialmente cuando nos aislamos en niditos de amor para olvidarnos del mundo.

La necesidad de afecto nos limita para elegir libremente a alguien como pareja, pero también a la hora de romper una relación que no nos hace felices, de modo que no somos tan libres como quisiéramos. Perdemos la fe en el amor, pero buscamos compañía a cualquier precio.

Vivimos en una sociedad muy romántica, pero poco amorosa: hemos sustituido el calor humano del grupo por la búsqueda de esa persona única y especial que cubra todas nuestras necesidades afectivas. Lloramos de emoción en las bodas, pero la tasa de divorcios aumenta sin cesar.


Coral Herrera



lunes, 1 de junio de 2015

Miradas.

Todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente, a menudo mienten, pero los ojos nunca dejan de ser veraces. Si alguna vez he pretendido mentir a alguien con la mirada, los párpados se me caen, bajan espontáneamente su cortina protectora, y ahí se quedan hasta que yo y mis ojos recuperamos la obligación de la verdad. Con las palabras todo es más complejo, pero aún así, si las palabras tratan de engañar, los ojos suelen desmentir a la boca.

Terapia de Soledad. Mario Benedetti. 



domingo, 31 de mayo de 2015

Psicocaracol.


Hoy ración de ilustraciones de la mano de Psicocaracol!














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sábado, 30 de mayo de 2015

Todas aquellas cosas.

Cuando un profesor de Derecho Constitucional ejerce (muy bien) de poeta.




TODAS AQUELLAS COSAS
La ropa que te pones
para quedarte en casa, con esos
calcetines, tu piel desmaquillada.
Esas gafas
que no usas en la calle,
tu pelo despeinado como un país
sin leyes ni gobierno
ni nombre.
Restos de pasta de dientes
que han quedado en el lavabo.
Todas aquellas cosas que no cuentan
los poemas de amor.

Enrique Cebrián



viernes, 29 de mayo de 2015

Contrato.


Acepto mi contrato con la vida

los términos son siempre irrevocables: 

yo respiro, habito entre mis límites, 

me resguardo, si puedo, en las tormentas, 

doy amor, lo recibo, me equivoco, 

pido perdón, perdono, 

y contemplo ,cuando se van las nieves, 

los cerezos en flor...

Marisa Peña







jueves, 28 de mayo de 2015

Los vértices del alma.




   Está bien; lo confesaré todo. Fui yo. Fui yo. Fui yo, maldita sea, el que disparó a Kennedy. Yo apuñalé a César. Traicioné a Viriato. Esparcí la masa encefálica de Lincoln por las cortinas de su palco. Vendía al Mesías por treinta monedas de plata. Simpaticé con los insurrectos. Escribí anatemas. Fui el bufón que hizo mofa, befa y escarnio del rey. Me declaro culpable. No negaré nada. Y de mil amores estaría dispuesto a cantar la panilodia si tuviera usted a bien sacarme el cañón de su revolver de la boca.



José Luis Gärtner



Michael Caine in Get Carter! (1971)

miércoles, 27 de mayo de 2015

"Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo".

Siempre me había encontrado con sus libros en las librerías; había leído reseñas interesantes y sabía de la fama que había obtenido desde que el catalán Albert Espinosa publicó ya en el 2088 "Un mundo amarillo". No suelo ser una lectora exigente y me conformo con historias sencillas, que enganchen, que diviertan: no busco obras magistrales ni reflexiones transcendentes, pero en esta ocasión me he llevado un fiasco absoluto. "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" no tiene sentido, ni gracia, ni chispa...ni te atrapa en ningún sentido; he conseguido terminarlo en dos días (es muy muy cortito) y por eso he aguantado hasta el final. Tardaremos en vernos Albert...








Marcos tiene un don. Justo en el momento que va a dar un giro a su vida, una llamada de teléfono cambia radicalmente los acontecimientos.
¿Y si con sólo mirarte pudiera desvelar tus secretos?
¿Y si con sólo mirarte pudiera sentir con tu corazón?
¿Y si en sólo un instante fuera posible saber quiénes somos el uno para el otro?

Marcos acaba de perder a su madre, una reconocida bailarina que le ha enseñado todo en la vida, y decide que su mundo ya no puede ser igual sin ella. Justo en el momento en que va a dar un giro a su vida, una llamada de teléfono cambia radicalmente los acontecimientos.