sábado, 15 de diciembre de 2018

No quiero, pese a todo.


No quiero, pese a todo,
muros gruesos,
tan gruesos que no oiga
el silencio de los otros,
hecho de algunas voces y ruidos
que se filtran por los muros,
avisos de la vida
que transcurre al lado,
abajo, arriba,
en contra mía;
quiero unos muros que me aíslen
levemente,
contar con el silencio
que los otros tienen,
saber que es frágil,
que sin hacer ruido es como
estamos juntos
y estamos en contacto.
No quiero nada grueso
que me impida oír
que hay otros que desean de mí
que no haga ruido
y que a través de las paredes
que nos unen o dividen
escuchan mi silencio y lo agradecen.


Fabio Morábito






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