lunes, 19 de noviembre de 2018

Preguntas.

¿Me das la mano?
¿Tienes miedo?
¿Llegaré a tiempo?
¿Puedo mirarte?
¿Repetimos aquello?
¿Habrá mañana?
¿Debo intentarlo?
¿Recuerdas el instante?
¿Lo recuerdo yo?
¿Podré esperarte tanto?
¿Podrás volver entonces?
¿Lloverá de nuevo?
¿Se parará el reloj?
¿Repetimos juntos?
¿La piel tiene memoria?
¿Que nos está pasando?
Las preguntas esenciales 
a veces sin así de tontas.


Begoña Abad



domingo, 18 de noviembre de 2018

sábado, 17 de noviembre de 2018

Fortuna.



Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.

No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.

Ser humano y mujer, ni más ni menos.
 Ida Vitale.


Premio Cervantes 2018


viernes, 16 de noviembre de 2018

Mañanas.

La vida es un proceso de modificación, una combinación de estados que tenemos que pasar. Cuando la gente no cambia de estado y permanecer en él, es una especie de muerte.

Anais Nin


jueves, 15 de noviembre de 2018

Lanzarse.

Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores.

T.Edison





miércoles, 14 de noviembre de 2018

Gracias.

Vas viviendo y te vas haciendo. Con suerte, y con esfuerzo, es posible que empieces a conocerte un poco. Y también vas encontrando a tu gente, a esas personas que se convertirán en tu mundo, en tu territorio. La única patria que reconozco son mis amigos. Es una patria exigente. La amistad requiere atención, entrega, riego constante. Hay que invertir muchas horas en cultivarla. Ahora que soy mayor, sé con toda certidumbre que es el mejor destino que puedes dar a tu tiempo. Es una de las cosas que he aprendido.
Porque, con los años, las amistades se prueban de verdad. El tiempo puede herir; hay momentos en los que el tiempo se vuelve salvaje, y muerde y desgarra como una bestia furiosa. Y en esos tránsitos penosos de tu vida, en la angustia, en los problemas, en la desolación y la incertidumbre, los verdaderos amigos acuden a tu rescate. Con tal generosidad, con tal facilidad afectuosa, que realizan auténticas proezas como si en realidad no les costara nada. Los amigos te salvan literalmente la vida y lo hacen sin esperar nada, sin alardear de nada, por el puro placer de dar. Modestamente grandiosos.
Crecer con los amigos, envejecer con ellos, ir trenzando a la espalda, con esos testigos de tu vida, años y años de una biografía compartida, es algo absolutamente maravilloso.
Esos regalos de cariño que me han dado, tan inmensos que siento que es imposible merecerlos. Eso también es la verdadera amistad: la sensación de estar felizmente en deuda con los otros. Por todo eso que ya hemos vivido, y por todo lo que todavía viviremos, gracias. Muchas gracias.

Rosa Montero


martes, 13 de noviembre de 2018

29.

Crecer es hacerse