domingo, 7 de agosto de 2016

¿Sentido?-

La frase o término “el sentido de la vida” puede hacerse problemática porque solo algunos elementos, como frases, objetos, herramientas… están dotadas de sentido para su existencia, es decir, hay cosas que si que tienen un fín último para su creación y su existencia en función de una utilidad.
La gente más religiosa ve a Dios como una fuente para explicar el sentido de su vida, y aunque no entiendan lo que les pasa en su día a día encuentran en su fé en algo mágico y superior en lo que pueden encontrar alguna ambigua explicación.
Los críticos de este planteamiento encontramos un impedimento muy grande, no contentos con lo dado siempre pensamos un poco mas allá, y directamente nos preguntamos ¿ es necesario que nuestra vida tenga algún sentido?
Los actos que realizamos pueden tener algún sentido, igual que el fin último del trabajo de un mecánico es arreglar bien los coches, podemos decir que ese es el sentido de su trabajo, pero ¿se puede afirmar que su vida tenga un sentido igualmente? ¿se debe extrapolar algo que relacionamos con el buen funcionamiento de algo, a guiar la existencia de una persona?
Para un religioso su vida tiene mayor sentido según cumple mejor la palabra de su Dios, pero someterse a la voluntad de otro no parece compatible con el diseño de un ser autónomo y racional como es el ser humano.
La filósofa alemana Susan Wolf dice en su libro Felicidad y Sentido “el sentido aparece cuando la atracción subjetiva encuentra algo objetivamente atractivo”, esto lo podríamos ver mejor en la paradoja de Nietzsche y el eterno retorno, el filósofo propone hallar el sentido de la vida realizando lo que a uno le hace feliz, de tal manera que si volviera al pasado volvería a hacer lo mismo, creando así un bucle infinito que confirma el acierto de nuestro acto respecto a nuestra razón.
Vemos así que nuestra vida, no tiene por qué tener un sentido concreto, es una expresión que quizá crea más problemas que soluciones, pero nuestros actos a corto y medio plazo y aquello que realizamos con una intención, alcanza su sentido cuando logramos tal intención, y una satisfacción por su logro, de esta manera es mucha la gente que relaciona el sentido de la vida, con alcanzar la felicidad, pero…
¿Es lo mismo encontrar el sentido de la vida que encontrar la felicidad? ¿Quién puede llegar a decirnos cuál es el sentido de la vida? ¿Le haríamos caso aunque esta finalidad no nos hiciera felices? ¿Podemos pensar en “el sentido de la vida” como término, o tenemos su búsqueda demasiado arraigada ? ¿Por qué pasa esto? Y por último hay que pensar…
¿Necesita la vida tener un sentido, o ya es valiosa por sí misma?.


Alberto Lòpez



sábado, 6 de agosto de 2016

Tortugas.

"La tortuga puede hablar más del camino que la liebre"







viernes, 5 de agosto de 2016

Te deseo.

Te deseo a alguien
que no te diga lo guapa que eres
sino que te lo enseñe,
para que te lo aprendas sin necesidad de repetírtelo.


— Elvira Sastre







Sally Nixon

jueves, 4 de agosto de 2016

Amor real.

No quiero existir en un mundo donde tú pronuncies mi 

nombre del mismo modo que pronuncias todos los nombres.

— Esteban Belmonte



RealLove.

miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Buscas?.


He aprendido que no busco una persona que sienta al mismo nivel, sino alguien que me complete, que me desborde, alguien a quien admire, por quien proclame victoria, alguien con la A mayúscula, que me vuelva adicta, competitiva, creativa y exigente. Que no me acomode, que no me “arrutine”. Una persona que me devore diariamente y que nunca sea suficiente. Necesito a alguien que tenga urgencia por vivir, y que sepa mostrarme su vida, sus éxitos, y sus innumerables fracasos, su falta de moralidad y de vergüenza, que me lo de todo porque le apetece, no porque lo merezca. Un ser humano ordinario lleno de errores que se coloquen con un perfecto engranaje en el cuadro de fallos de mi vida. Y que, en definitiva, sea alguien que no necesite darme la mano por la calle porque mi cuerpo se sostenga con su sola mirada.


Esteban Belmonte



martes, 2 de agosto de 2016

Malas madres.










Esta es la nueva comedia de los guionistas de Resacón en Las Vegasen la que conoceremos a Amy Mitchell que tiene una vida perfecta: casada, tiene unos hijos aplicados, una preciosa casa y una carrera. Sin embargo, está saturada de trabajo, de tareas y exhausta, siempre a punto de explotar. Agotada, se juntará con otras dos madres estresadas, Kiki y Carla, para liberarse de las responsabilidades convencionales, y así se embarcan en un atracón salvaje de libertad anti-mamás, diversión y autocomplacencia, chocando frontalmente con la Reina de la Asociación de Padres de Alumnos Bee Gwendolyn y su clan de madres devotas y perfectas, Vicky y Stacy.






lunes, 1 de agosto de 2016

Namaste.

Las raíces etimológicas de la palabra Namaste se encuentran en la atávica culturahindú. Uno de los muchos idiomas que se hablaban en la geografía india y nepalí es el sánscrito, que es considerado una lengua sagrada para los practicantes del hinduismo. 


El término Namaste, pues, se emplea como una forma tradicional de saludo, tanto en un momento de encuentro como en las despedidas, y se suele hacer el gesto de juntar las palmas de las manos delante del pecho cuando se pronuncia (gesto que se denomina mudra). También se usa para dar las gracias o para pedir algo, y siempre como muestra inequívoca de respeto hacia el interlocutor.

La etimología de la palabra Namaste revela que son dos las raíces que integran el término. La primera de ellas, namas, es un sustantivo neutro que significa algo así como ‘saludo’, ‘reverencia’ o ‘cortesía’, y es una partícula derivada de la raíz nam, cuyo significado es: ‘inclinarse’ o ‘reverenciar’.

La segunda raíz de Namaste está constituida por el pronombre te, que es la segunda persona del singular del complemento indirecto: “a ti”. Por esta razón, una traducción exacta, etimológicamente hablando, de Namaste podría ser: “te saludo”, o “me inclino ante ti”.
Actualmente, el idioma hindi y muchos de sus dialectos emplean el término de forma habitual, siendo una de las muchas maneras de saludar o despedirse de alguien.

El significado espiritual y filosófico del sánscrito concede a Namaste un cariz que escapa de su definición puramente semántica. El budismo incorpora este vocablo a su tradición espiritual.

Según cuentan los expertos, la partícula ‘namas’ puede adquirir el significado de “nada de mí”, acreditando que el ego propio de quien enuncia el término queda reducido a la nada, siendo esto una muestra de la actitud de humildad absoluta respecto al interlocutor. Cuando el saludo Namaste se realiza desde la autenticidad del alma, cuentan, se crea un vínculo genuino entre las dos personas, más allá de intereses, expectativas y roles sociales.