martes, 21 de julio de 2015

Capitalismo moderno.

El problema humano del capitalismo moderno puede formularse de la siguiente manera: El capitalismo moderno necesita hombres que cooperen mansamente y en gran número; que quieran consumir cada vez más; y cuyos gustos estén estandarizados y puedan modificarse y anticiparse fácilmente. Necesita hombres que se sientan libres e independientes, no sometidos a ninguna autoridad, principio o conciencia moral – dispuestos, empero, a que los manejen, a hacer lo que se espera de ellos, a encajar sin dificultades en la maquinaria social-; a los que se pueda guiar sin recurrir a la fuera, conducir, sin líderes, impulsar sin finalidad alguna -excepto la de cumplir, apresurarse, funcionar, seguir adelante-. ¿Cuál es el resultado? El hombre moderno está enajenado de sí mismo, de sus semejantes y de la naturaleza. Se ha transformado en un artículo, experimenta las fuerzas vitales como una inversión que debe producirle el máximo de beneficios posible en las condiciones imperantes en el mercado. Las relaciones humanas son esencialmente las de autómatas enajenados en las que cada uno basa su seguridad en mantenerse cerca del rebaño y en no diferir en el pensamiento, el sentimiento o la acción. Al mismo tiempo que todos tratan de estar tan cerca de los demás como sea posible, todos permanecen tremendamente solos, invadidos por el profundo sentimiento de inseguridad, de angustia y de culpa que surge siempre que es imposible superar la separatidad humana. Nuestra sociedad ofrece muchos paliativos que ayudan a la gente a ignorar conscientemente esa soledad: en primer término, la estricta rutina del trabajo burocratizado y mecánico, que ayuda a la gente a no tomar conciencia de sus deseos humanos más fundamentales, del anhelo de trascendencia y unidad. En la medida en que la rutina sola no basta para lograr ese fin, el hombre se sobrepone a su desesperación inconsciente por medio de la rutina de la diversión, la consumición pasiva de sonidos y visiones que ofrece la industria del entretenimiento; y, además, por medio de la satisfacción de comprar siempre cosas nuevas y cambiarlas inmediatamente por otras. El hombre moderno está actualmente muy cerca de la imagen que Huxley describe en Un mundo feliz: bien alimentado, bien vestido, sexualmente satisfecho, y no obstante sin yo, sin contacto alguno, salvo el más superficial, con sus semejantes, guiado por los lemas que Huxley formula tan sucintamente, tales como: “Cuando el individuo siente, la comunidad tambalea”; o “Nunca dejes para mañana la diversión que puedes conseguir hoy”, o como la afirmación final: “Todo el mundo es feliz hoy en día” La felicidad del hombre moderno consiste en “divertirse”. Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comida, bebidas, cigarrillos, gente, conferencias, libros, películas; todo se consume, se traga. El mundo es un enorme objeto de nuestro apetito, una gran manzana, una gran botella, un enorme pecho; todos succionamos, los eternamente expectantes, los esperanzados -y los eternamente desilusionados-. Nuestro carácter está equipado para intercambiar y recibir, para traficar y consumir; todo, tanto los objetos materiales, como los espirituales, se convierten en objeto de intercambio y de consumo.


Erich Fromm



lunes, 20 de julio de 2015

Be different.

La persona que sigue a la multitud normalmente no irá más allá de la multitud. La persona que camina sola probablemente se encontrará en lugares donde nadie ha estado antes.

Albert Einstein.


domingo, 19 de julio de 2015

Self-Portrait.

 “A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea”. – 


Thomas Szasz



Anthony van Dyck (Flemish, 1599–1641). Self-Portrait



sábado, 18 de julio de 2015

La mar.




El mar para Latirgue...

Decía siempre la mar. Así es como dicen en español cuando la quieren. Aunque hablen mal de ella siempre se refieren a ella como si fuera una mujer.
Ernest Hemingway








Jacques Henri Latirgue


viernes, 17 de julio de 2015

Placeres.

Lo que da valor a un placer es usarlo raramente.
Juvenal







Ilustraciones: Agustina Guerrero

jueves, 16 de julio de 2015

Don Draper.

“Lo que llamas amor fue inventado por tipos como yo. Para vender medias” 

“Qué es la felicidad? Es el momento antes de necesitar más felicidad”

“Nostalgia es una palabra delicada, pero potente. En griego, ‘nostalgia’ significa literalmente ‘dolor de una vieja herida’. Es una punzada en tu corazón más poderosa que la memoria”. -


Don Draper



miércoles, 15 de julio de 2015

La capitana.


Tenia quince años cuando n´un barcu 
coló pa Cuba dende Xixón...